Las columnas de piedra elaboradas en este trabajo tuvieron su destino en la ermita de San Roque de Landete (Cuenca) a finales del año 2009.
Su finalidad era sostener una cubierta a tres aguas que cubriría la entrada a la citada ermita (antes descubierta, como se puede ver en la imagen siguiente).
Estas columnas de piedra estaban compuestas por la basa, el fuste y el capitel, contando con una altura total de 2,5 metros.
La basa es una pieza prismática, con planta cuadrada de 37 cm de lado y 27 cm de altura.
El fuste, aunque pueda parecer un cilindro se trata realmente de un tronco de cono de 200 cm de altura, 24 cm de diámetro en la base inferior y 21 cm de diámetro en la base superior. Es importante reseñar el detalle de que esta pieza tiene en la zona superior un bocel a modo de collarín que facilita su manipulación a la hora de colocarlo en obra.
El capitel, de orden toscano, sencillo, tiene unas medidas de 34 cm de lado en la planta cuadrada y 24 cm de diámetro en la base circular.
En las juntas de unión entre las tres piezas se utiliza un mortero de cal y cemento (bastardo) para que no sea tan rígido. Además, las piezas están taladradas en el centro y se unen con dos varillas de acero inoxidable, rellenando todo con polímero ultra fuerte, que además de proporcionar un pegado de muy alta resistencia posee cierta elasticidad, lo que es beneficioso en los casos de pequeños movimientos como asientos del terreno o movimientos sísmicos.
La piedra utilizada fue crema cenia (piedra de Ulldecona), una caliza marmórea muy compacta con una gran resistencia mecánica y unos valores de absorción de agua muy bajos.
El acabado superficial era apomazado (fino al tacto pero sin brillo).