El mantenimiento de la piedra natural se estructura en distintos procesos: limpieza de los pavimentos y revestimientos, tratamientos de conservación y mantenimiento rutinario y los tratamientos en zonas exteriores degradadas.
Limpieza de pavimentos y revestimientos
Algunos de los tipos de manchas más frecuentes son:
Sales: eflorescencias salinas que emergen a la superficie del material. Su origen puede estar en el material en si mismo, por contener en su seno sales solubles que pueden ser disueltas por la humedad y transportadas hasta la superficie. También pueden provenir de los soportes cementosos usados normalmente en la colocación que precipitan en la superficie como pátinas blanquecinas.
Oxidaciones: cuando el material contiene sulfuros metálicos o partículas organógenas como fosfatos, estos pueden oxidarse parcialmente y dar lugar a manchas en la superficie. Por otro lado, cuando estos materiales son colocados mediante anclajes metálicos estos pueden oxidarse y si el material es muy traslúcido verse en la superficie, lo que ocurre frecuentemente en mármoles blancos o granitos claros.
Humedades: provocan manchas en la superficie produciendo de manera frecuente un oscurecimiento en el tono del material y en algunos casos la alteración de algunas de las fases minerales presentes.
Manchas domésticas: Pueden ser debidas a filtraciones de productos coloreados (café, vino, etc.) o bien pueden ser producidas por ataques de productos a la piedra (vinagre, limón, etc.).
Deposición biológica: microorganismos y bacterias.
Los procedimientos de limpieza (mantenimiento de la piedra) se pueden clasificar en:
Sistemas de limpieza en interiores. Se basan en la eliminación no agresiva de residuos en seco, y en caso de pavimentos, limpieza con agua y detergentes de pH neutro con menor frecuencia. Uso como mantenimiento de la piedra.
Sistema de limpieza en exteriores. Suelen ser realizados por profesionales y su selección depende del estado de suciedad y alteración de la piedra natural.
· Agua caliente
· Agua a presión
· Lavado por rociado continuo
· Proyección por microabrasivos
· Chorro de arena
· Limpieza con láser
Sistemas de eliminación de manchas. Los métodos de eliminación de manchas dependen del tipo de mancha. Su aplicación se debe realizar únicamente sobre la mancha.
· Agentes absorbentes. Son normalmente arcillas tipo bentonitas y talcos. Se aplican sobre la superficie manchada, se deja un tiempo (varias horas) para que extraigan la mancha. Suelen ser efectivos con manchas líquidas, de reciente deposición en materiales porosos.
· Agentes reductores y oxidantes, como peróxidos y ditionitos. Intervienen en reacciones redox, modificando el estado de oxidación de algunos metales y materia orgánica. Eliminan manchas de óxidos y en general presentan efecto blanqueador.
. Ácidos. Se usan para eliminación de óxidos. Es recomendable su utilización en disoluciones diluidas. Disuelven materiales calizos, por lo que se deben usar con precaución.
· Biocidas. Destruyen microorganismos. Pueden ser a su vez inorgánicos o de síntesis orgánica. Algunos ejemplos: Dióxido de cloro, Isotiazolinas, cloraminas, bromuros de alquilo, cloruros de alquilo o arilo, etc.
· Disolventes orgánicos. Eliminan restos de silicona y materia orgánica en general.
· Calor. Si la temperatura de evaporación de la sustancia es baja, la extracción mediante aplicación de calor directo es un método sencillo.
MANCHAS COMUNES EN DISTINTOS TIPOS DE PIEDRA NATURAL, Y MÉTODO DE
LIMPIEZA ACONSEJADO
PIEDRA NATURAL |
MANCHAS COMUNES |
MÉTODO DE LIMPIEZA |
Mármol |
Sales |
Agua caliente + secado rápido |
Oxidaciones |
Disoluciones ácidas |
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Agentes reductores y oxidantes |
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Arenisca y caliza |
Deposiciones biológicas |
Biocidas |
Materiales traslúcidos (mármoles y cuarcitas) |
Humedad |
Técnicas de secado acelerado |
Manchas domésticas |
Absorbentes, disolventes orgánicos |
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Granito |
Humedad |
Técnicas de secado acelerado |
Manchas domésticas |
Absorbentes, disolventes orgánicos |
|
Oxidaciones |
Agentes reductores y oxidantes |
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Pizarra |
Oxidaciones |
Disoluciones ácidas |
Agentes reductores y oxidantes |
Tratamientos de conservación de pavimentos y revestimientos verticales
Los tratamientos tienen la finalidad de aumentar la durabilidad potenciando la resistencia a la alteración natural de la piedra. Una correcta valoración de la eficacia, idoneidad y durabilidad de un determinado producto de conservación debe incluir un seguimiento periódico de la evolución del producto aplicado. Antes de la pérdida total de hidrorrepelencia, por ejemplo, se debe volver a aplicar un hidrofugante.
Un mismo producto aplicado sobre un mismo material pétreo situado en diferentes edificios o en diferentes orientaciones dentro de un mismo edificio, puede tener distinto comportamiento.
Siempre se deben realizar los tratamientos sobre materiales limpios.
Tratamientos de mantenimiento de la piedra
Los tratamientos de mantenimiento de la piedra más usuales son los tratamientos de pulido y los productos hidrofugantes
Tratamientos de pulido. Se consigue mediante abrasión mecánica, pasando por diferentes granulometrías cada vez más finas, que dan a la piedra ese aspecto de “brillante”. En la actualidad se utiliza principalmente el abrasivo diamantado, que permite acortar tiempos y conseguir resultados espectaculares. Se aplica principalmente en mármoles y granitos, ya que son rocas muy compactas y con alto grado de cristalinidad.
El proceso se realiza en varias etapas, desde el desbastado hasta el abrillantado, pasando por diferentes granos, que pueden ser cuatro, o hasta ocho, dependiendo de la dureza del material.
Se consigue una superficie lisa y brillante, con porosidad reducida, destacando al máximo nivel la estructura, color y textura de la piedra. Este acabado proporciona mayor resistencia al ataque de agentes externos, resistencia que se puede aumentar con diversos tratamientos de protección.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que este tratamiento modifica las propiedades superficiales de porosidad y rugosidad, disminuyendo la resistencia al deslizamiento de los pavimentos.
Tratamiento químico: Se aplican productos hidrofugantes. En muchas ocasiones se realiza después del tratamiento de pulido.
Para la elección de un tratamiento hidrofugante hay que tener en cuenta que se permita la permeabilidad al vapor de agua del material, para evitar problemas posteriores. Al dotar a la superficie de la piedra de un carácter hidrorrepelente se aumenta la resistencia al deslizamiento de los pavimentos pulidos.
No se recomienda la utilización de estos tratamientos de mantenimiento de la piedra en los casos en que se sospeche la aparición de sales, puesto que forman barreras superficiales que impiden la migración de éstas hasta la superficie. El resultado final es la fisuración superficial de la piedra natural.
Tratamientos en zonas exteriores degradadas
En el caso de que se haya realizado una restauración en profundidad, se debe realizar una conservación exhaustiva que consiste en la aplicación de un tratamiento combinado consolidante + hidrofugante.