Un monolito en piedra lo aplicamos a aquella formación con geometría de caras planas y que, aún formada de varias piezas tiene una dimensión en altura sobresaliente comparada con la base.
Aunque en realidad, para que pueda considerarse estrictamente monolito, tiene que tratarse de una pieza solamente (de ahí procede la palabra mono (una) litos (piedra)).
Este es el caso del trabajo al que hacemos referencia en este momento, puesto que se trata de una sola piedra de unas dimensiones considerables, con la altura sensiblemente mayor que las otras medidas.
El encargo de este monolito en piedra se produjo en el verano de 2017 por parte de AVINCO (asociación valenciana de ingenieros consultores), a través de Vielca Ingenieros que muy correctamente definieron la pieza que deseaban colocar.
La idea es que esta piedra sirviese de homenaje en el acto de entrega del premio al “ingeniero del año” en la Comunidad Valenciana.
El monolito en piedra debía tener una altura de 160 cm, una anchura de 60 cm y un espesor de 40 cm.
Una de las caras verticales anchas debía estar pulida para albergar la inscripción correspondiente y el logotipo de Avinco.
El resto de las caras fueron apiconadas obteniendo una superficie donde predominaba la rotura natural de la piedra.
En principio se barajaban un par de materiales diferentes, pero finalmente se optó por la piedra de Ulldecona gris.
Para que quedase perfectamente anclada al terreno, se construyó in situ una zapata de hormigón con unas esperas de acero corrugado que sobresalían unos 10 cm.
De tal manera que a la piedra se le hicieron los cuatro orificios correspondientes donde se introducirían las varillas.
El montaje fue rápido, ya que con la ayuda de un camión con pluma, se colocó la pieza sobre la base amarrada con unas eslingas.
Su ubicación definitiva era en una rotonda cercana a la población de Villar del Arzobispo. Y, de no cambiarla, allí permanecerá durante muchos años…