MORTERO PLANO DE GRANITO
Un mortero es una herramienta que viene utilizándose para machacar alimentos u otras cosas (pensemos en los utilizados en farmacia) desde hace miles de años.
En cada región del mundo se han utilizado morteros de dimensiones, materiales y formas evidentemente diferentes, pero todos buscando el mismo resultado: dividir un material en pequeños pedazos, llegando a veces a polvo o masa uniforme.
Por lo general, lo más común es que se trate de una pieza cóncava donde se deposita aquello que se quiere triturar. Cuando está el material alojado en el interior, se golpea con un mazo.
Los mazos normalmente son de madera, aunque pueden ser también de piedra, de metal, o incluso de vidrio.
El mortero en sí, parte normalmente cóncava, como hemos dicho, aunque podían ser de otros materiales (madera, cerámicos, metálicos…) lo más común es estar elaborados en piedra natural.
De hecho, en España son muy famosos los morteros de Macael (Almería), elaborados en el mármol blanco de excelentes cualidades que en aquella tierra se extrae.
Este material, al ser muy cristalino cumple perfectamente la función para la que es requerido, por su superficie no porosa ni con irregularidades.
El caso del mortero que elaboramos en el año 2020 es diferente, puesto que se trataba de un mortero plano. Este tipo de mortero es propio de otras zonas, donde se usa de una manera diferente a la nuestra.
Este mortero se elaboró en granito gris Quintana, por tratarse de un material también cristalino, sin poros.
Las medidas de este mortero eran las siguientes: la base plana estaba hecha por una pieza de 30 x 25 x 2 cm. El rodillo cilíndrico era de 10 cm de diámetro y 25 cm de longitud, con rebajes a los laterales para poder sujetarlo bien.
Ambas piezas tenían un acabado superficial liso, sin llegar a pulir (apomazado).