La construcción sostenible tiene un aliado perfecto en la piedra natural como material utilizado desde siempre.
De hecho, utilizar un material u otro no solamente se trata de una cuestión formal o estética, sino que tiene grandes implicaciones medioambientales.
La piedra natural es un material de construcción sostenible que aporta muchos beneficios, siendo el material natural más eficiente para cualquier proyecto arquitectónico.
Sus grandes ventajas pueden comprobarse tanto en obra nueva como en reformas y rehabilitaciones, ya que se trata de un material resistente, duradero y sostenible.
Las características que hacen de la piedra un material tan especial en construcción sostenible son;
- Durabilidad. La piedra natural es muy resistente y duradera. Sus características se mantienen a lo largo de los años sin cambios, evitando de esa manera muchos costes de mantenimiento.
- Reutilizable. La propiedad anterior es la que confiere a la piedra esta característica y la convierte en el material de construcción sostenible por excelencia ya que su vida útil no tiene porqué terminar con la del edifico, sino que se puede reciclar y colocar en otra nueva construcción (cosa que se ha hecho continuamente a lo largo de la historia).
- Inercia térmica. Una de las características más destacadas de este material es que, debido a su gran densidad (Kg/m3), posee una elevada inercia térmica, lo que lo convierte en un gran aislante que proporcionará un importante ahorro en calefacción y refrigeración, elevando de manera importante la eficiencia energética de la vivienda.
- Aislamiento acústico. También debido a lo comentado anteriormente, la piedra natural se convierte en un buen aislante para amortiguar los sonidos exteriores.
- Versatilidad. Permite multitud de aplicaciones en todo tipo de proyectos: se adapta tanto a interiores como exteriores y se puede colocar en la fachada, en paredes y en suelos.
- Variedad estética. La piedra natural ofrece una amplia variedad de texturas y colores, lo que la hace perfecta para cualquier ambiente y espacio. Los tonos pueden ir desde los más claros hasta los más oscuros, y los acabados pueden ser pulidos, rústicos, naturales, etc. Además, tiene un punto de exclusividad, porque ninguna piedra es igual a otra. Cada piedra es única y atemporal, dotando a los proyectos de un aspecto noble e inimitable.
- Integración arquitectónica. A nivel paisajístico, podemos conseguir que la vivienda se integre totalmente con el entorno, como cualquier otro elemento natural.
- Ignífuga. La piedra natural es un material que no arde. Además de ofrecer una total seguridad contra incendios en fachadas exteriores, permite su utilización en chimeneas u hornos del interior de la vivienda.