Las piedras semipreciosas son aquellas cuya estética visual es muy atractiva y están compuestas de minerales puros o agregaciones de ellos, considerándose en ese caso rocas.
Distinguimos entre rocas poliminerales, en cuya estructura participan varias especies minerales o monominerales, con un solo tipo de mineral que las forma.
Cuando hablamos de estética visual, destacan cuatro que son consideradas piedras preciosas: diamante, zafiro, esmeralda y rubí. El resto las tratamos como piedras semipreciosas.
Los minerales pueden formarse en condiciones diversas y de maneras diferentes.
Raras veces se presentan aislados en la naturaleza y por lo general forman una agrupación característica de un determinado proceso de formación.
Estos conjuntos se denominan paragénesis (para = al lado, génesis = formación).
El conocimiento de la paragénesis de los minerales es muy importante en mineralogía, ya que permite prever la presencia de un determinado mineral o excluir la existencia de otros.
Los minerales tienen una serie de propiedades que los caracteriza. Las más importantes son:
-
Dureza: se considera la dureza de un mineral como la resistencia que ofrece a la penetración de otro cuerpo.
-
Color: el color forma parte de las características determinativas más importantes, pero no siempre es absolutamente fiable.
Un determinado número de minerales presentan, de hecho, tonos e incluso colores muy diferentes.
-
Raya: la raya puede obtenerse rayando el mineral con un objeto de acero o, para una determinación más exacta, frotándolo con un fragmento de porcelana sin vidriar.
-
Transparencia: es la propiedad que tienen los minerales de dejar pasar la luz. Pueden ser transparentes, semitransparentes, translúcidos y opacos.
-
Brillo: el brillo es la propiedad que tiene el mineral de reflejar la luz.
-
Exfoliación: la exfoliación es la propiedad que tiene un mineral de partirse según unas direcciones preferentes.
-
Morfología: se refiere a la forma de los minerales. Los minerales aparecen en la naturaleza delimitados por superficies más o menos rectas, con un aspecto determinado que depende de la estructura interna del mineral; es lo que llamamos cristales.
En general, se suelen encontrar cristales irregularmente delimitados, con la estructura interna correspondiente, pero en forma de agregados.
Es muy raro encontrar minerales amorfos, es decir, sin estructura interna regular (ej. El ópalo).
Existen otras propiedades, como la solubilidad, la densidad, propiedades ópticas, luminiscencia, magnetismo, conductividad eléctrica, radiactividad y propiedades químicas, que determinan las características de un mineral.
Volviendo a las piedras semipreciosas, decir que existe una gran variedad de ellas, y que se emplean en joyería, decoración, y según algunas opiniones, por sus propiedades protectoras y curativas.
En decoración se han utilizado en muchas ocasiones complementando obras de mármol y dando lugar a elementos que se encuentran entre la arquitectura y la orfebrería.
Otras veces se trata de elementos puramente decorativos…
Actualmente también se fabrican tableros de pocos centímetros de espesor conformados por piedras semipreciosas, utilizados en decoración interior y de gran valor estético (y económico).