Las portadas de piedra están formadas por todas las piezas de piedra que conforman un conjunto, en torno a la puerta de entrada a una casa, iglesia, ermita, catedral, palacio, castillo, monasterio o cualquier otro edificio, generalmente con cierta antigüedad.
La más simple y más antigua es un dintel que unía las piedras de las jambas, cubriendo el vano con una sola pieza. En este caso el peligro está en que, esta pieza horizontal, sometida a esfuerzos de tracción importantes, quebrase por el peso soportado.
Este dintel se podía dividir en varias piezas, denominadas ya dovelas, que, con su forma de cuña, mantenían la forma recta del dintel sin desmoronarse, debido al empuje que ejercían unas sobre otras desde la clave (pieza central) hasta los extremos laterales.
En este caso se trata de un arco adintelado. También para las portadas de piedra se aplicaron todo tipo de arcos y después arcos superpuestos, de forma abocinada, llegando a conformarse una variabilidad enorme de este tipo de elementos.
La portada es muy importante, porque marca el lugar de entrada al edificio, y en este caso, las portadas de piedra, que en muchos casos suelen destacar sobre el resto, tienen el valor añadido de estar compuestas por piezas bastante elaboradas.
Existen multitud de edificios en los que los paramentos estaban enfoscados, cubriendo los muros de mampostería o sillería, o de tapial o adobe, pero las portadas de piedra se dejabas con la piedra vista para que destacase sobre el conjunto.
Recorriendo el mundo se puede disfrutar de infinidad de fantásticas portadas de piedra, unas más sencillas y otras enormemente elaboradas, tanto en zonas rurales como urbanas.
Y aunque la mayoría de portadas de piedra fueron elaboradas en tiempos pretéritos, incluso en la actualidad se construyen algunas verdaderamente dignas de elogio, como este ejemplo, llevada a cabo por un buen amigo del municipio navarro de Castejón.
En el taller de Torregris hemos trabajado en varias ocasiones, tanto en la elaboración completa de portadas de piedra para edificación de nueva planta, como para restauraciones de éstas en edificios que forman parte del Patrimonio Histórico a conservar.